No se por dónde empezar...
Voy a ser muy breve con las palabras en estas próximas tres entradas.
Las fotografías os lo van a contar por si solas.
He estado en muchos lugares y si no recuerdo mal en Toro Toro ya os mencioné que no entré en las cuevas porque he visto más de una y sinceramente os confesé que al conocer tantas cosas llega un momento en el que cuesta sorprenderse.
Pues bien, estos tres días eran una continua sorpresa para mi.
Dilmer, nuestro chófer me preguntó en más de una ocasión si había visto algo así.
Le respondí pensando un poco, la respuesta fué, NO NUNCA! ES LA PRIMERA VEZ QUE VEO ALGO COMO ESTO!
No he terminado mi viaje y ya os puedo decir que Bolivia va a quedar entre mis tres países TOP. Soy una pesada, una cansina, una loca... Pero con una sola palabra se definen estos días... INCREÍBLE!
Para poneros un poco en situación...
Deciros que contraté un tour por internet de un día para otro, lo vi muy bien y me arriesgué, no quería perder un día buscando la mejor opción ni oferta. Este tenía muy buenas opiniones, así que no lo pensé mucho.
Creo que acerté por completo. Puedo decir que todo fué perfecto (al menos para mi).
En primer lugar en el coche debíamos ser seis personas pero finalmente fuimos cinco. Así que fué como un tour privado. Casi. Fuimos muy cómodos, yo delante en todo momento así que genial, no perdí detalle.
Detrás de mi, una pareja francesa de 30 años Jean Benit y Lili ( llevan viajando 1 año por el mundo) y detrás de ellos otra pareja de 30 Estefan y Thamara de Brasil (viajando por Bolivia un par de semanas).
Y por último a quien ya he mencionado, nuestro chófer, Dilmer. Un fantástico conductor y un profesional en todos los sentidos. Una maravillosa persona con una sonrisa tierna y simpática. Los cinco quedamos encantados con él. MILES DE GRACIAS!
Nuestra primera parada, el Cementerio de Trenes.
En 1890 se inauguró la linia de ferrocaril Uyuni Antofagasta. Unía Bolivia con Chile y se transportaba oro, plata y estaño.
Realmente es super interesante lo que se llegó hacer en este lugar, pero de forma inevitable se quedaron abandonadas las locomotoras y los vagones. Era evidente que el uso y mantenimiento era muy costoso y tras perder contra Chile la guerra por el acceso al mar, Bolivia se quedó sin recurso. Conseguir carbón costaba demasiado y empezaron a utilizar una planta que nace en las alturas, la Yareta (Ya os enseñaré la foto más adelante, quedaros con el nombre).
La iban a buscar y la dejaban secar durante tres meses, de esa forma luego era utilizada como substituto del carbón. Aún y así no consiguieron darles un uso productivo y también fueron acabando con la yareta. Así que finalmente quedaron abandonadas.
Después de esta pequeña explicación sobre el cementerio de trenes.
Ya nos adentramos en el Salar para visitar el puesto de banderas y el monumento del Dakar 2014.
Aquí terminan mis palabras porque después de esta parada.... Todo es realmente alucinante.
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