TORO TORO

Tras intentar publicar esta entrada tres veces o cuatro y teniendo otras en cola, espero que sea la definitiva. 

A ver si consigo poneros al día resumiendo un poco porque tiene historia la cosa.

Llegué a Toro Toro gracias a Gabi, que me dió el contacto de Claudia. 

Claudia es una amiga de Gabi que tiene un hotel en Toro Toro y que al pasarme el contacto no tardé en escribirle para que me informara un poco. El caso es que daba la casualidad de que estaban en Cochabamba y salian hacia Toro Toro el fin de semana.

Se ofrecieron a llevarme. Y yo, feliz como una perdiz! No os podeis imaginar lo que puede tardar en salir un mini bus local. Si ya los mismos bolivianos te dicen que lo suyo no es la puntualidad... Imaginaros si hay que esperar a que se llene la furgonetilla, pueden pasar horas. 

El caso es que Claudia ,casualmente conocida y amiga también  de Maru, me recogió en casa de Maru el domingo después  de celebrar su cumpleaños. Mejor imposible. El camino con Ramiro y Claudia fué entretenido, en tres horas ya estábamos en Toro Toro. 

Tocaba dormir y descansar para levantarse temprano.

A la mañana siguiente, dicho y hecho. Me levanté temprano para ir a la oficina de turismo, comprar mis entradas y encontrar a alguien con quién compartir guía  y conductor para la visita de Ciudad de los Itas y las Cuevas de Umajalanta.

Conseguí llegar a tiempo, había  una pareja de alemanes que buscaban a alguien para salir en breve así  que... Con Chris y Teresa empezo el día por Toro Toro.

  

Primero fuimos a la Ciudad de los Itas, Ciudad de las Rocas.( Itas en Guaraní significa roca)

           Les llaman  "Las Catedrales"

No se que más  os puedo contar de este lugar, creo que las fotos hablan por si solas.

Increíble! Reconozco que últimamente hay pocas cosas que me sorprendan, pero este lugar realmente me sorprendió. Hay dos motivos: en primer lugar por dónde  se encuentran y segundo lugar porque no había  visto nunca ( o no recuerdo) arena de playa a 3.700 metros de altitud.

Después  de la Ciudad de Itas nos fuimos a las Cuevas  de Umajalanta. Personalmente no me llamaba nada la atención entrar en ellas. No digo que no sean interesantes y bonitas, pero ya he visto en otros lugares y no tenía  especial interés, así  que les acompañé hasta el punto dónde  hay que utilizar cuerdas para descender hacia el interior.

Os dejo algunas fotos de la entrada de la Cueva.

      Chris y Teresa en el primer destrepe.

Al ver como se adentraban en la cueva y pensar que debía  esperar dos horas a que salieran decidí regresar andando al pueblo. 

Avisé al conductor de nuestra furgonetilla que me iba andando que si volvian antes de que llegara al pueblo que me recogieran.

Pero una vez más el ir hablando con gente por el camino de regreso, hizo que no volviera andando, me llevó un grupo que acababa de salir de la cueva  y regresaban al pueblo.

Una vez más con muchísima suerte y agradecida a toda la gente que me voy encontrando.