jueves, 8 de febrero de 2024

Dos días de auténtica vida Gambiana


Esto si va a quedar es un recuerdo de los auténticos.


Acepté la invitación y aquí  estoy, en otro autobús  apretujada camino a Brikama dónde  vive Kai.

Antes de la llegar no se cuantas paradas habremos  hecho, el caso es que tampoco lo recuerdo un trayecto tan largo, y eso que he pasado todo el viaje de pie.

Ahora estoy sentada en la  estación  de autobuses esperando a que venga a buscarme.

Han pasado dos horas y aquí  sigo... 
"ESTO ES ÁFRICA " jajajajjaajja
Esperando....
Kai me ha llamado unas tres veces pidiendome disculpas y que no me vaya,  que han tenido que hacer una gestión  primero y se han entretenido más de la cuenta y encima ahora hay mucho tráfico.

Mientras, ni me preocupo, me quedo tranquilamente sentada  aquí en un banco junto a varias mujeres y niños y aprovecho para escribir un poco que voy algo retrasada con los días.
Hay un grupo de mujeres que  llevan el mismo rato que yo allí, lo único  que ellas esperan el autobús.

Suceden montones de cosas delante de mi durante esas horas. 
La más  impactante es cuando una mujer mayor acompañada por una más  joven se acercan a la caseta dónde  estan los bancos y dónde  se venden los billetes, gritando y pidiendo ayuda.
La mujer mayor, con un corte en la pierna a la altura de la tíbia bastante bastante importante...
Les pregunto y me dicen que ha sido en los baños con un hierro.
Les ofrezco mi agua potable para echar por encima y limpiar un poco a ver si es muy profundo, la verdad es que sí lo es. Con mi botiquín a mano pretendo ayudarle con unas gasas estériles para poder presionar mientras llega al hospital, pero la reacción del hombre que llega con la furgoneta para llevarsela, es que si yo le ayudo no la llevan al hospital. Les digo que no, que esa mujer necesita ir al hopital si o si lo antes posible al tiempo que guardo mi botiquin y les digo que estaría bien presionar con un pañuelo o algo... Parece que lo entienden, la suben a una furgonetilla y se la llevan pitando.
Una vez más  me agradecen el gesto las personas que hay a mi alrededor.

Una hora más  tarde, aparece Kai con su amigo Daba en un coche sin matrícula (Largo de contar lo del coche sin matrícula... otra de las cosas que me podeis preguntar a mi regreso  y así os quedais con la curiosidad de lo sucedido).

                               KAI

Ambos me puden mil disculpas y me dicen que pueden hacer para que les perdone el tiempo que he estado esperando. Esta vez es  Daba quién me cuenta de nuevo lo ocurrido aunque ya lo había hecho Kai  por teléfono. 

Mi respuesta... con una sonrisa para que no se disculpen más  es:
- D'ont worry, this is Gambia, Africa! 
Kai y Daba rien y me dan las gracias.
                           

Al llegar ha su casa hay un monton de gente, Kai me presenta a la familia su prima Fatu un amor de mujer y un montón  de personas como Esti, Lama, Sol... y Pi un hombre de 67 años que consideran de la familia desde que es pequeño y  que en la ciudad lo consideran un profeta.( Os recuerdo que la población de Gambia es 99% musulmana.)

He pasado dos días con ellos y ya me consideran de la familia. 
He cocinado con  ellos, he paseado con ellos, he ido de compras, he jugado al parchis, he tomado té gambiano llamado Ataia, he compartido charlas de las que no me he enterado de nada pero he seguido ahí, observandoles y sonriendo cuando me traducian, he comido del mismo plato tanto del de las mujeres como del de los hombres (esto último ya os lo contaré también  con detalle porque son formas distintas).

Kai me dice que agradece que esté sentada junto a todos y sea simpática, sonría y me adapte aunque no entienda lo que dicen...😅😅 
Me dice que parezco de aquí. 
Yo le  digo, que no sé porque motivo, pero me lo dicen muchas veces, aunque creo que la razón es que  para mi,  lo importante es conocer  las costumbres del lugar y  la mejor forma de hacerlo; intentar estar, observar y como ya he dicho, adaptarse en todo lo posible.

Me ha encantado colaborar en la  "cocina" y preparar la comida. Nos hemos reído bastante. Sinceramente, la sensación de estar en un lugar dónde  te aprecian tanto sin casi conocerte es super agradable, hacen que te sientas como en casa.
Algunos me dicen que es por mi sonrisa, les gusta y les transmite buenas vibraciones. 
La verdad es que me siento feliz de estar aquí  y compartir estos días con ellos.

                               La cocina
         Suelo de la parte trasera se la casa

Fatu sirviendo la comida que ayudado a cocinar
                              La   cena 

Fatu me ha repetido en un par de ocasiones que tengo que regresar después  de mi estancia en Jirong. Que vuelva para irnos de fiesta juntas jajajajaj

Kai me agradece que haya venido y yo le digo que solo faltaría, les doy las gracias y me despido.

Me despido  de la familia y de todos con el corazón  lleno de cariño y momentos únicos que espero no olvidar nunca.
También  os digo que he estado tan agusto que si tengo la oportunidad antes de irme volveré  para pasar un par de días  antes de regresar a España.

   Momentos  de risas con mis palabras en Mandinka para despedirme.
      Lama, Esti, Yo, Daba, Omar y un amigo

No hay comentarios:

Publicar un comentario