No sé por dónde empezar...
Creo que me quedo con una frase que puse en instagram con algunas de las fotos de hoy.
(Que sí, que publico mucho antes las fotos que mis escritos, pero son tantas cosas que no se por dónde empezar, así que espero a que me vanga la inspiración.)
Lo que os quería decir es que vivir el día a día como hacen los locales me tiene más que convencida de que se aprende mucho más que contratando un tour o excursión.
No puedo negar que si viajamos solos y alguien nos habla en nuestro idioma, el que nos puedan contar la história del suelo que pisamos o nos puedan nombraran el reconocido arquitecto del edificio que tenemos en frente, sería tener una información y conocimiento que sería crecer en cultura incluso nos ayudaría a entender muchísimas cosas.
Quién me conoce de verdad sabe que, dada mi actual memória, considero mejor información y más enriquezedor todo lo que obtengo directamente conociendo y compartiendo la autentcididad y hospitalidad que me ofrecen todas esas personas que sin conocerme me ofrecen su casa.
Al fin y al cabo siempre puedo buscar por internet esa história que me he perdido o ese arquitecto que ni reconozco.
Puede que sean palabras de una ignorante, pero soy feliz de serlo y reconocerlo. No muchos pueden vivir lo que yo vivo.
Hoy ha sido un día de largo recorrido, me ha llevado toda la mañana llegar a Killy desde Janjanbureh. Os preguntareis cuantos km són? Pues exactamente 219 Km...
Y cuanto he tardado? Pues unas 5 horas aprox. Jajajaja
Estas cinco horas empiezan así:
Como marca la normalidad de "ESTO ES ÁFRICA ", paso una horita esperando sentada en lo que parece ser la parada de autobús.
Entre las miradas de muchas mujeres que pasan cargando en su cabeza cubos con frutas, vestidos y trapos, botellas de agua, comida, que me miran a la vez que yo a ellas, un hombre se acerca y me saluda, se sienta a mi lado y me da conversación ( quí me doy cuenta de como necesito aprender más inglés, en otras condiciones, tendría conversaciones muchísimo más claras 🤦🏻♀️, pero mientras... nos entendimos, que ya es mucho.)
Al llegar el autobús, viendo éste, a "full", Abdou me dice que adelante, que hay que subir se como sea. Al hacerlo un chico joven me cede su asiento y Abdou me mira y me dice "lucky!" "Que suerte!" La verdad es que al principio no sabia muy bien porque lo decia, sin rechazar la oferta del chico me siento y lo entiendo todo.
No deja de subir gente y es el autobús que parará en todas las poblaciones, será algo largo.
Así ha sido. Cinco horas con los ojos puestos en todo.
Voy a intentar contaros pequeños detalles que me podeis comentar cuando queráis y darme vuestra opinión.
Primero:
Mientras subiamos al autobús, la gente que ya está en el autobús, aprovecha para comprar a las mujeres de las que os hablaba antes. El caso es que al arrancar el autobús este no espera a nada; ni al cambio que tenga que darle ninguna mujer a los pasajeros. En este caso la mujer de las botellas agua (congeladas por cierto) tenia que darle el cambio a una de las pasajeras. Bien, pues después de algunos gritos y reconocer alguna palabra en Mandinka...( como sabéis intento aprenderme siempre alguna palabreja) Pues, por lo que veo, deduzco lo siguiente; y es que uno de los pasajeros (que acababa de subir conmigo) saca de su bolsillo unos billetes y le da el cambio a la pasajera. Entendiendo que él era del pueblo y al regresar, la vendedora se lo podría dar a él.
Mi deducción me la confirma Abdou.
Dudo que este gesto lo hiciera mucha gente.
Segundo:
En una de las paradas, al subirse aún más gente, haciendo imposible moverse a los que estaban de pié, de repente, veo como la gente va pasando dinero hacia delant, y una mano que lo recibe. Es más que evidente que es quien cobra el billete, así que digo dónde voy y me dicen el precio.
Mientras pongo la mano en la bolsa y voy sacando los billetes poco a poco, confundo un billete de 20 DLS (color azul) con uno de 100 DLS (también azul), a eso que le voy dando el dinero a Abdu y veo este saca un billete de 100 DLS y acaba de pagar mi billete.
Evidentemente al darme cuenta de la confusión del billete cojo mi billete de 100 DLS para darselo a Abdu y este se niega repetidamente diciendome que disfrute de mis vacaciones.
Eternamente agradecida por todo Abdu. "ABARAKA" (Gracias en Mandinka)
Tercero:
Sige el recorrido y Abdu se despide, llega su parada a la vez que él y otras personas bajan, y otras muchas entran, y justo una chica y un niño de dos años como mucho se hacen lugar por en medio del pasillo cerca de mi.
Yo, que me encuentro entre medio de un señor mayor y un chico joven ( este último que anteriormente me había cedido el sitio a mi y a otras dos personas) le cede a la chica su lugar y esta lo rechaza pero le deja el niño en las piernas.
Por experiencia, sé que en estas situaciones se agradece cualquier gesto, posiblemente el mejor hubiera sido levantarme yo también para cederle el sito, pero hasta eso era complicado dada la cantidad de gente, así que le ofrezco mi mochila para sentarse encima y su sonrisa de agradecida se comparte con el resto de pasajeros que sorprendidos también por ello agradecen mi gesto. Fué un gesto que salió de mi por recordar varias situaciones parecidas en otros viajes, algo que es muy de agradecer por la gente de aquí.
Mi cara sonriente en todo momento siente de nevo esa mirada de complicidad y agradecimiento reconocible cuando el niño (su hijo, lo se porque le llamaba mam) que en las piernas del chico empezaba a cerrar los ojos y quedarse dormido aguantandose en su espalda; le ofrezco mi bolsa de mano para usar de cojin y poderse tumbar.
Quedó dormido más de una hora sin inmutarse, ni por los gritos de la gente mientras compraban por la ventana, ni por el calor insoportable, que hacia que su cara estubiera cubierta de gotitas de sudor.
Estubimos parados un buen rato, no se cuanto, pero lo suficiente como para que empezaran todos a quejarse por el calor. Yo, al igual que ellos lo estaba pasando fatal, me sudaban las piernas y el pecho de tener al pequeñajo encima, la gente me miraba porque lo único que hacia era soplame aire hacia los brazos y el pecho.
Poco más tarde, paramos en Soma una pequeña parada de control de transporte.
Baja todo el mundo dejando sus pertenencias en el asiento para que nadie se lo quite al volver a subir mientras el autobús da una vuelta por una cabina de cemento.
El tiempo que para es suficiente para comprar un bocadillo en un puestecito callejero y saciar el hambre.
Bocadillo de carne con cebolla
Cuarto:
Todos los que visjaban cerca de mi sabian que bajaba en la población de Killy, y cuando estabamos a punto de llegar empezaron a gritarle al conductor para que recordara la parada, en otro lugar o te apañas tu sola o nadie dice nada.
Paró cerca del cartel que ponia Killy dónde curiosamente existia un poster que ponia BUS STOP.
Consegui bajar después de un par de empujones entre la gente y me despedí con una sonrisa y un gracias ,Abaraka.
Ya estaba en Killy, ahora me tocaba andar un poco así que pañuelo en la cabeza y a caminar, a las 13:30 con 39°C.
La suerte me acompañó de nuevo, a pocos minutos de ir andando pasó un coche tipo ranchera rotulada con el nombre de un complejo hotelero ( no era el mio, no tengo tanta suerte) y se paró. Me preguntó dónde iba y me dizo señales para que me subiera. Así que me ahorré una horita bien buena.
A las 15:00 ya estaba instalada en mi habitación con una ducha bien fresquita.
Aquí este recuerdo de un día bien completo por el que digo que cuanto tenemos que aprender. No voy a olvidar, toda esa atención por alguien que ni conocen, es sorprendente.
"Cuanto nos queda por aprender".
