Tras conseguir subir al autobús correcto, a medio día ya me encontraba en Janjanbureh.
En pocos minutos me instalé en un pequeño "guest" que me recomendaron solo bajar del autobús. Simple, limpio, cercano y a buen precio. Si os tengo que decir el nombre, no me he preocupado para nada de recordarlo, simplemente me he ubicado y listo.
Tampoco creo que venga nadie de los que lee mi blog je je je Estoy convencida de que pocos serían capaces de alojarse en un lugar tan auténtico y local (sin querer ofender a nadie). Pero por si alguien se aventura alguna vez a hacerlo y llega hasta aquí... El autobús para al final de una calle, a mano derecha está el árbol y Monumento Símbolo del de la Esclavitud, a mano izquierda, continua una calle ancha y asfaltada, es la calle principal por así decirlo. Si empiezas andar, el mercado local a mano izquierda (pequeñito, curioso...), unos metros más y pasas las primeras tiendas locales, estas te quedaran a mano derecha, y en frente el colegio. Continuas un poco más y llegas a un hostel llamativo entre el resto de construcciones, más que nada por las letras pintadas en la pared. Sigues, y a pocos metros, justo a tu izquierda, quedará una tienda en la que solo venden bebidas, ahí, ahí se encuentra el hospedaje.
Tras estas indicaciones, repito, si alguien se aventura a venir que me pregunte... jejejeje Me encantará aconsejaros algún lugar más.
Una vez instalada, refrescarme con una ducha ( me olvidaba deciros que la temperatura es de 37°C) y descansar un poco, es hora de recorrer un poco el pueblo. Las calles estan llenas de gente, se ven grupos de personas cantando y bailando, se escuchan silbatos y el golpear de algunos tambores....
Tras ver pasar algunas personas disfrazadas y pintadas, y detrás cantidad de niños y gente todos sonrientes, sé que ya estoy dónde quería, el Festival de KANKURANG.
Dejo pasar la manada de gente observando su actitud festiva y entro en la zona del Monumento y Símbolo de la Esclavitud que os mecioné al llegar pero que no paré a visitar. Ahora, ya sin mochila y mas lijera de equipaje me tomo mi tiempo.
Es aquí dónde conozco a Gambi, un chico joven y súper agradable del que me llama su atención esa sonrisa permanente de la que hablan en Gambia.
Está acompañando a un grupo de amigos de distintas partes de Europa que trabajan en Senegal y que se han escapado el fin de semana a ver el festival.
Uno de ellos, Pablo, al escuchar mi inglés (claramente reconocible de los españoles ja ja ja ja ...) se dirige a mi y me invita a unirme al grupo al saber que viajo sola.
Gambia, Italia, Alemania, Suiza y España
Tras comer y pasar unas horas con ellos, quedamos para ver el programa típico de bailes tradicionales más tarde.
Una noche auténtica, con concierto del rapero más famoso de Gambia incluido.
A las 4:00 de la mañana teniendo en cuenta el madrugón, decido irme a dormir, me despido del grupo ya que ellos regresan a Senegal por la mañana y doy por terminado este primer día súper intenso.
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