martes, 6 de marzo de 2018

Chocolate Hill

Unos 20 minutos más en moto después de ver a los pequeños Tarsier, nos plantamos en las Chocolate Hills.
El paisaje es realmente curioso, en la época seca, esas formaciones que en las fotos se aprecian todas verdes, suelen estar secas y de color marrón. De ahí el nombre de Chocolate. Hay dos opiniones distintas, una, que son montañas formadas par la  sedimentación de coral y el efecto de la lluvia y la erosión; la otra , más local, dice que són lágrimas de un gigante con mal de amores.
No se si quedarme con la primera o la segunda versión, pero si es seguro que me quedo con el recuerdo de un paisaje sorprendente.
El día nos acompaña y de regreso nos paramos en Loboc para ver navegar los restaurantes flotantes. Es algo totalmente turístico, botes enormes preparados  como restaurantes que te dan una vuelta por el río mientras comes. Nosotras preferimos verlo todo desde el puente y seguir hacia Panglao.
De camino, sin querer, así de golpe, observo una escultura entre rejas, como conduce Rosa le digo que gire, que he visto algo, vamos a curiosear un poco....
Se trata de El Pacto de Sangre, un monumento que conmemora el tratado de paz entre Lopez de Legazpi y el cabecilla de Bohol, Rajah Sikatuna en el año 1565. Ha sido una casualidad, había leído sobre el monumento pero no recordaba exactamente dónde estaba localizado.


Chocolate Hill

Río de Loboc con barco restaurante. 

Monumento del Pacto de Sangre

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