Está en la costa y es el lugar dónde desembarcan cientos de pescadores tras pasar dias en el mar.
Al llegar, bajan su pesca en grandes barreños de plástico dónde si cae algún pez en la arena es recogido según su tamaño.
Fui con Kai y Badaba con la intención de ver como llegaban los barcos y terminar viendo la puesta de sol.
Pero el "wait" West African International Time resulta que es muy imprevisto🤣🤣.
Llegamos que el sol ya se había puesto y solo quedaban los últimos rayos de luz.
Pude ver alguna de las barcas de pesca salir de nuevo llenas de gente.
Otras en la orilla y otras en la arena, dónde se apreciaban los colores llamativos y característicos.
Me sorprendió muchísimo... Aunque me esperaba encontrar el ajetreado movimiento del desembarcar la pesca... pero ya era tarde y solo pude ver unas pocas barcas alejandose de la orilla, en una de ellas podia verse a más de un centenar de personas...
Desde la carretera hasta llegar a la orilla recorrimos no se cuantos puestos de pescado, y no se cuantas neveras y congeladores... Increíble! De verdad! Confieso que no he estado nunca en ningún lugar parecido.
Badaba encontró un lugar dónde comer pescado recien hecho, y como no, yo quería probarlo. Estar entre todo el bullicio de pescadores, vendedores y gente local... Eso es lo que me gusta. La experiéncia de ser uno más.
Una vez se pone el sol, no hay nada de luz, regresas entre puestos de madera llenos de pescado que casi no ves y tienes que ir con cuidado donde pones los pies. ( Recomiendo ir con zapatilla cerrada para no acabar con los pies oliendo a pescado todo el trayecto de vuelta) Volvimos andando hacia el coche comiendonos el pescado frito que llevábamos entre las manos y que habíamos comprado en uno de los puestecillos de la playa.
Así fué la visita a Tanji. EXPRES...
Tenía otra idea de ello, pero sé que volveré y la imagen será distinta.
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